Esta lectura es sobre una charla en la clausura del Congreso de la CIAM en Otterlo.
Hablan del diseño como algo circunstancial. El diseño es la solución al problema, y para esto primero hay que percatarnos del problema, comprenderlo y de ahí diseñar algo que satisfaga al problema en cuestión.
La percatación, se menciona, es el pensamiento y el sentimiento juntos. Cada uno por separado, no es capaz de actuar. Pero juntos hacen una especie de "sentido de orden". De ella surge el diseño, sale con mucha mas naturalidad y facilidad. Por eso es importante, percatarse, observar antes de hacer algo.
Lo que el arquitecto debe de hacer es extraer la naturaleza misma de las cosas, por medio justamente de las percataciones. Se debe detener a pensar en lo que una cosa realmente quiere ser. No podemos pretender forzar la naturaleza, ella es como quiere ser y debemos dejar que así sea. Así pues, la voluntad de existir de algo es lo que creará la forma. Muchas veces se pierde u olvida el significado de las cosas, pero el arquitecto debe estar siempre para recobrar el verdadero sentido de existir de ellas.
Se habla también de un pensamiento mas libre, sin muchos parámetros. Los programas ya establecidos son un estorbo al trabajo y no deberían de existir. Precisamente el arquitecto es el encargado de cambiar el programa y lograr que éste tenga un voluntad de existir, que es originalmente lo que le da origen a todo.
Muchas veces nos preocupamos mucho por el "como" hacer las cosas, cuando éste no es tan importante como el "qué" hacer. Porque al final el "que" hacer nos proporcionará los medios para hacerlo.
La luz en los espacios es vital, hacer espacios es hacer luz al mismo tiempo. La luz natural, por ejemplo, es algo que todos los espacios deben tener. Los espacios oscuros también son importantes ya que complementan al hecho que haya luz, cuando tenemos un espacio cerrado, oscuro con una gran entrada de luz, ahí es cuando realmente nos damos cuenta de qué tan oscuro es el espacio.
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